Vicent Ferrer y Pascual Ramos
Siglo XVIII
Pintura mural trasladada a lienzo
La monja, vestida con un hábito oscuro y una corona de flores en la cabeza, sostiene un lirio blanco, símbolo de pureza. El fondo sencillo contrasta con el marco decorativo, resaltando la figura central. Los querubines y la inscripción en la parte superior añaden un toque celestial y devocional, realzando la importancia espiritual de Sor Juana Bautista de Borja. La paleta de colores cálidos y la atención al detalle destacan la habilidad de los artistas.